
De todos los curas, perdón Sacerdotes de Don Bosco (SDB) que nos trataron de enseñar, sin duda, el reverendo Padre Jorge Mauchi, fue el que más recuerdos y anécdotas nos dejó.
Nos enseñó Filosofía y Lógica en 5° de media. La verdad, para cerca de 120 pendencieros, la filosofía estaba a años luz y la lógica, dos cuadras más allá.
El primer día de clase al revisar la lista de los alumnos del “5°B” llegó a mi nombre y se detuvo. Seguidamente preguntó “¿Usted es hermano de sus hermanos”? Yo le dije: “Eso creo Padre”. Se rió y seguidamente me dijo: “Usted será mi secretario”.
Desde ese día, cada vez que preguntaba a algún despistado sobre el significado de la Ontología o la Tautología y si la respuesta era, por decirlo así, un pan con camote, preguntaba, “¿y éste, se creyó inteligente?. Póngale 05”. Yo celoso en mi labor, cumplía con el mandato y registraba en mi cuaderno de notas la calificación asignada. Al principio lo hacía con lapicero, pero luego, lo hacía con lápiz, de modo que podía borrar la calificación y previa empanada o Twist, el discípulo salesiano de Sócrates obtenía un 11 salvador.